Siete claves para destacar en una entrevista de trabajo
- cazatalento
- 28 dic 2014
- 3 Min. de lectura
Llegar en las mejores condiciones.
La entrevista de trabajo es una evaluación y requiere que estemos al 100% de nuestras capacidades físicas y mentales si queremos obtener la más alta calificación posible. Es recomendable descansar el día anterior y comer bien para llegar con energía. Evitar también preocupaciones que puedan desconcentrarnos, tales como: reuniones de trabajo agendadas para después de la entrevista, problemas en la casa, etc.
Estudiar a profundidad el historial laboral.
El entrevistador usará como insumo principal para la entrevista la información del CV o LinkedIn. Con ello, formulará preguntas y/o solicitará al candidato que relate puntualmente su experiencia en aquello que le interese. Para que el resultado sea favorable es necesario haber estudiado cada detalle del CV y preparar los argumentos de respaldo para responder con solidez y estar en condiciones de narrar los hechos relevantes.
Conocer la empresa y la posición a la que se postula.
Un candidato que llega a la entrevista con un conocimiento previo de la empresa (por ejemplo: los servicios que brinda, la ubicación de sus locales, sus valores, etc.) demuestra interés y facilita al entrevistador a que pueda aprovechar el tiempo para abordar otros aspectos. De la misma forma, conocer en detalle el puesto al que se postula expresa cómo sus logros o competencias personales calzan con la posición.
Usar la vestimenta correcta.
Es muy importante proyectar una imagen profesional; por lo tanto, la vestimenta correcta debe ser formal y elegante. Para el caso de los hombres: traje sastre, de preferencia en colores grises, azul marino o negro; camisa blanca y corbata de colores neutrales. Para el caso de las mujeres: vestido o sastre de falda, de corte moderado y blusas de colores claros. Ambos deben tener cuidado con los uñas, accesorios y peinados, es preferible ser discreto sin caer en la simpleza.
Llegar puntual.
En Lima, como en otras capitales del mundo, el tráfico es caótico e impredecible. Ya no basta con llegar 5 o 10 minutos antes. Es mejor hacerlo con 20 o 30 minutos de anticipación y evitar una mala opinión por llegar tarde. Tener unos minutos de reserva en la recepción siempre es bueno. Podemos hacer una última llamada y apagar el celular, repasar mentalmente algunos datos importantes, asistir a los SS.HH., tomar un vaso con agua o café, etc.
Desarrollar un discurso de alto impacto, con foco en logros cuantificables.
El discurso es la parte central de la entrevista. Debe practicarse y poseer una estructura ordenada que pueda ser trasmitida con palabras sencillas (evitar en lo posible palabras rebuscadas o términos en inglés) y sin hacer uso de muletillas –este, ¿cómo se llama?– El lenguaje verbal debe coincidir con el lenguaje corporal, que según el estudioso Albert Mehrabian, representa el 55% de la comunicación. De lo contrario, podemos dar la sensación de estar mintiendo cuando no es así. Debemos tener cuidado para describir los logros utilizando cifras exactas o indicadores de negocio, así como el relato puntual de cómo se obtuvieron. El objetivo principal de la entrevista es transmitir credibilidad, no es ganar un concurso de popularidad.
Cierre en positivo.
Por lo general, al final el entrevistador brinda al candidato la opción de hacer alguna pregunta, la cual debe ser bien aprovechada para disipar cualquier duda que se tenga sobre el proceso. Posteriormente, es conveniente realizar con moderado entusiasmo una declaración final de agradecimiento y que estará a la espera de recibir noticias. Al igual que al inicio, la despedida debe realizarse con mucho cuidado, buscando transmitir seguridad y confianza. Incluso aún si considera que la entrevista no fue del todo satisfactorio.
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